Inicio del camino empresarial el momento de mayor riesgo de fracaso

Iniciar un proyecto empresarial es siempre un riesgo. Crees en el proyecto y te lanzas a buscar financiación, ideas, lugar físico donde trabajar… Empiezas con ilusión y mantienes la llama activa al rodearte de personal que cree que la idea y el momento son los adecuados. Pero, aún, con trabajo duro y un gran producto y servicio nadie está exento del riesgo de fracaso.

La quiebra puede presentarse en diversos momentos. Pero el momento más duro, con mayor riesgo de fracasar y caer en la quiebra es el inicio. Este tipo de quiebra se produce cuando no se cumplen las expectativas y el proyecto no puede tirar adelante. Uno de cada cinco emprendedores quiebra durante los dos primeros años del proyecto. Esto hace que el inicio del proyecta sea uno de los momentos más duros.

Los errores siempre son aprendizaje. Fracasar en los primeros intentos es un aliciente para volver a intentarlo. Existen patrones comunes en el fracaso de una empresa al inicio del proyecto.

Causas más comunes de la quiebra empresarial al inicio del proyecto

  • La expansión excesiva: la expansión excesiva de la empresa es una causa muy general. La idea funciona y queremos expandirla a otras áreas geográficas, esto produce que la empresa empiece a crecer y hacer frente nuevos gastos, más trabajo, nuevos trabajadores… Que puede provocar que finalmente la empresa no pueda hacer frente, provocando la quiebra de la misma.
  • Falta de experiencia: la falta de experiencia en el sector puede provocar fallos que conlleven la quiebra de la empresa. En muchas ocasiones los hechos ocurren rápidamente en el mundo empresarial y el emprendedor no tiene el tiempo suficiente de aprender las características del sector.
  • Falta o mal plan de negocio: antes de iniciar un proyecto empresarial se debe desarrollar un plan de negocio y que este sea adecuado, mostrando el estado real del sector y las opciones de viabilidad de su nuevo negocio. Deberá analizar el mercado, la rentabilidad, la inversión necesaria, opciones de financiación y los costes. Con el objetivo de minimizar los riesgos del inicio del camino empresarial.
  • Mala ubicación: según el negocio es realmente importante el lugar donde se sitúa el negocio. Esto puede provocar que los potenciales clientes no lleguen ni a conocer el negocio, provocando el fracaso empresarial del emprendedor.
  • No tener capital suficiente: al iniciar un nuevo proyecto muchos emprendedores calculan la necesidad de capital por debajo de lo necesario. Lo que provoca que a los pocos meses no puedan hacer frente a los gastos que conlleva.
  • Falta de mercado: en muchas ocasiones se sobrevalora la cantidad de potenciales clientes disponible en el mercado. Lo que conlleva que la empresa no pueda triunfar y encontrar un nicho de mercado potencial.

Estos motivos son algunos de los que pueden llevar al fracaso y quiebra empresarial de nuevos proyectos. Si se encuentra ante esta situación deberá contar con asesoramiento profesional, como el ofrecido por Concurso Autónomos, con el objetivo de solucionar la situación con las menores repercusiones para el emprendedor.

 

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